La Felicidad


¿Qué es la felicidad?

   Todos nos hemos hecho esa pregunta alguna vez porqué todos deseamos ser felices, el problema no es solo como conseguirlo sino también como definirlo.
     El tema es más espinoso de lo que parece a simple vista porque la idea de felicidad la relacionamos siempre con una sensación que también es un estado, y explicar sensaciones es algo complejo, porque las sensaciones, esencialmente, "se sienten", dicho de otra manera: se experimentan.
   La felicidad es una de las tantas emociones y estados que experimentamos los seres humanos en esta vida y esta asociada con una sensación de plenitud, alegría, goce y realización.

La felicidad según la Filosofía

   En términos generales la filosofía entiende que la felicidad es el sumo bien o bien objetivo al que tiende el ser humano como ser racional.
Sucede que el concepto de felicidad cambiará notablemente al depender de que es aquello que se entienda por “sumo bien”
La felicidad ha sido un tema muy tratado por muchos filósofos a lo largo de la vida.
  Voltaire, François Marie Arouet sostiene que "buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una."Es decir que este autor hace referencia a que todas las personas sabemos que existe una felicidad para cada uno de nosotros, pero lo que no sabemos en concreto es dónde está esa felicidad y cuál es el camino para lograrla.
  
  Para Platón la felicidad está en el movimiento tranquilo, lo cual significa en el pensamiento griego la evolución o cambio sereno de las cosas, incluidas las que afectan a la vida. Este autor define diferentes tipos de bien en función de los tres tipos de alma que identifica.

Aristóteles, como en tantas cosas, rechazará los postulados de su maestro Platón puesto que para Aristoteles no existían tres tipos de bien, de almas; dice que "la felicidad es aquello que acompaña a la realización del fin propio de cada ser vivo, la felicidad que le corresponde al hombre es la que le sobreviene cuando realiza la actividad que le es más propia y cuando la realiza de un modo perfecto; es más propio del hombre el alma que el cuerpo, por lo que la felicidad humana tendrá que ver más con la actividad del alma que con la del cuerpo"



 La felicidad en la actualidad

   En la actualidad los valores sobre los que se construye la felicidad actual han cambiado mucho si los comparamos con los valores sobre los que se sustentaba la felicidad en tiempos más antiguos. Hay tres preguntas claves: ¿Eres más feliz si más tienes? ¿Eres más feliz si más cuidas tu físico? ¿Eres más feliz si tienes mayor reconocimiento social? Pero estas preguntas no suelen reflejarse en todas las etapas de nuestra vida, comienzan a acentuarse en las etapas de la adolescencia, juventud y adultez.
  
¿Varía la felicidad según la edad?
  
  La mayoría de la gente asume que de niños disfrutamos una existencia despreocupada, pasamos a la miserable confusión de la adolescencia y recuperamos la felicidad cuando entendemos todo y nos asentamos, sólo para hacernos más gruñones y solitarios con cada arruga y cana adicional.
   Resulta que la felicidad decae sostenidamente para llegar a su punto más bajo cuando llegamos a la cuarta década: la llamada crisis de la mediana edad. Entonces, milagrosamente, nuestro sentido de la felicidad mejora y va aumentando conforme envejecemos.¿Será la mediana edad aquella en la que los seres humanos son más infelices?
   Este patrón en forma de U de la felicidad a lo largo de la vida ha sido observado en todo el mundo, desde Suiza hasta Ecuador, Rumanía y China. Se ha documentado en más de 70 países, encuestando a más de 500.000 personas, en países desarrollados y en desarrollo.

1.  La felicidad en la infancia:
  • Ellos hacen amigos con gran facilidad: En el parque o en la sala de espera, los niños hacen amistades de forma muy rápida. Un ¨Quieres jugar¨ es suficiente para lograrlo. Los niños no le tienen miedo a ser rechazados, mientras para los adultos es mas difícil lograr amistades con tal velocidad.
  • Los niños no guardan resentimientos: Claro que los niños pelean, pero una vez esta termina, en verdad termina. Ellos no se quedan enojados el uno con el otro por días o semanas enteras. Y lo mejor de todo, no se inventan chismes sobre el otro niño para hacerlo quedar mal con el resto de sus amigos.
  • Se tienen confianza a si mismos: Son orgullosos de sus dibujos, de que tan alto pueden saltar, o que tan rápido pueden correr. Desafortunadamente esta autoestima se esfuma poco a poco mientras crecemos y es difícil de recuperar.
  • Ellos… ¡Juegan!  Viven para jugar y pasar un buen rato. Sin miedo, sin resentimientos, los niños no ven el juego como una perdida de tiempo, por eso son felices. Muchos adultos no ¨juegan¨ o se divierten por que lo ven como una perdida de tiempo, y no como una oportunidad para relajarse y estar contentos.
  • No les importan las marcas: Ellos se visten con lo que les pongas en frente, y no juzgaran a otros por no llevar una camisa de marca o unos pantalones a la moda.
  • Ellos ven lo mejor de cada persona: Las cualidades de las personas no son opacas por sus defectos. Ellos siempre estarán dispuestos a hacer un nuevo amigo.
  • Son honestos: Y no temen a decir lo que piensan. A veces dicen mas de lo necesario, pero la honestidad en lo que dicen es innegable.
En cambio a medida que los años pasan, el ideal de felicidad varia completamente. Ya en la adolescencia el ideal de felicidad corresponde a un estatus social alto, a un gran culto al cuerpo a la gran cantidad de dinero...

2. La felicidad en la adolescencia y juventud:
  • Gran culto al cuerpo: Desde los años 80 del siglo pasado, la belleza y la salud han dejado de ser un medio para convertirse en un fin en sí mismos. La mayoría de las personas sufren una gran presión mediática y social para conseguir un cuerpo bello, delgado y joven, el tan deseado cuerpo 10. Además, estar «sano» ya no es un deseo y una aspiración natural de toda persona, sino una especie de «tiranía» que ha convertido la salud en un deber que, según la industria del bienestar, sólo podemos satisfacer mediante el consumo de determinados productos y servicios comerciales. Se ha impuesto la delgadez (incluso extrema) como canon de belleza, con la consiguiente explosión de dietas milagrosas y la expansión de los alimentos light, la extensión de la cirugía estética a clases sociales a las que antes estaba vedada.



  •  Reconocimiento social: En la adolescencia la búsqueda de la felicidad lleva implícito el reconocimiento social. Este reconocimiento social es una búsqueda de prestigio, de que los demás reconozcan quienes somos, de sentirnos integrados en varios grupos. Los adolescentes más inseguros, siempre buscan un reconocimiento dentro de algún grupo social. El entorno de amigos en el que un joven se mueve puede influir en muchos aspectos sobre aquellos que son más vulnerables. Las creencias, los hábitos, la forma de vestir etc son algunos de los comportamientos que se pueden modificar. Además las fiestas, el alcohol, las drogas.. según los jóvenes son elementos esenciales para un mayor reconocimiento social.

3. La felicidad en los adultos:  En los adultos el gran culto al cuerpo sigue teniendo gran importancia pero deje de ser tan acusado, el reconocimiento social aún perdura en esta etapa pero de forma diferente a la adolescencia y comenzamos a darle una mayor importancia a los bienes, el dinero.

  • Reconocimiento social: La mayoría de los adultos afirman que el reconocimiento social en gran parte viene dado por la cantidad de bienes que se tengan, es decir, cuanto mas dinero mayor reconocimiento social. Por tanto podemos concluir que el reconocimiento social en los adultos lleva implícito el dinero que se tenga. ¿Eres más feliz cuanto más arriba te encuentres en la balanza?

Mayor cantidad de bienes: Gran parte de la sociedad contemporánea ha hecho hincapié en que lo más importante es la felicidad relativa, es decir, gozar de un nivel económico y un bienestar material suficientes y no muy dispares al de las personas que nos rodean, y que por ejemplo, serviría para defender la en muchas ocasiones estereotipada felicidad de los países africanos.                                                                                                           
  Sin embargo, este estudio señala en la dirección completamente opuesta y nos recuerda que, en realidad, la relación entre dinero y felicidad es absoluta “la gente más rica es más feliz que la gente más pobre”. Unas conclusiones que se reflejan en todos los ámbitos posibles, ya sea “comparando personas durante un mismo año en un mismo país, comparando personas de diferentes países, u observando cómo ha crecido económicamente un país”.
   Creemos que ganar más dinero nos aporta más felicidad pero no es cierto. Ahora bien, ¿cómo podemos utilizar nuestro dinero para ser más felices?  Una matización importante: para sentirnos mejor con nosotros mismos no necesitamos comprar algo llamativo o caro. El mero hecho de compartir es lo que nos reporta felicidad sin importar tanto qué es lo que compartimos. Y junto con el hecho de compartir, el contacto social nos ayuda a sentirnos más felices. Podemos pensar que vivimos en una sociedad individualista y egoísta, sin embargo, estas investigaciones demuestran que estamos diseñados para compartir.
  














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